
Año 2019, desaceleración
Para no caer en las garras de la especulación y apoyarme en una percepción amañada, en este artículo me permitiré resaltar las opiniones de expertos y organismos nacionales e internacionales sobre los factores que inciden en la distribución de la riqueza y la repercusión en los indicadores de pobreza y desigualdad en América Latina y por ende en la República Dominicana, durante el año 2019.
El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) en un artículo publicado en su página Web, a principios del presente mes, establece algunas consideraciones sobre la distribución del ingreso en el país y la situación latinoamericana, haciendo énfasis en la posición que ocupamos con respecto a otros países de la región, utilizando el coeficiente Gini a su antojo, a sabiendas de que el coeficiente Gini se usa para medir el nivel de desigualdad existente entre los habitantes de una región. Veamos esta consideración: “La teoría económica afirma que la disminución de la desigualdad de los ingresos, en condiciones normales, requiere que el ingreso promedio del quintil más pobre (quintil 1) debe crecer más proporcionalmente que el quintil más rico (quintil 5)”. Sabemos que, por las características de los medios de producción dominicanos, el quintil más pobre nunca podrá tener una aceleración mayor que los residentes del quintil 5, mientras permanezcan criterios y condiciones de gobernanzas.
El indicado artículo del BCRD enarbola como logros, para colocarnos en un quinto y sexto lugares, la justa distribución de la riqueza y la erradicación de la pobreza, respectivamente, pero obvia en dicho documento, que también estamos en un sexto lugar de los países de la región que más paga intereses sobre la deuda, Y que también, el crecimiento proyectado de la economía se desaceleró de un 5 a un 4.8 %.
Para avalar lo expresado en el párrafo anterior, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se manifestó durante el lanzamiento del informe denominado Panorama Social de América Latina 2019, de la siguiente manera: “Por casi una década, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha posicionado a la igualdad como fundamento del desarrollo. Hoy constatamos nuevamente la urgencia de avanzar en la construcción de Estados de Bienestar, basados en derechos y en la igualdad, que otorguen a sus ciudadanos y ciudadanas acceso a sistemas integrales y universales de protección social y a bienes públicos esenciales, como salud y educación de calidad, vivienda y transporte. El llamado es a construir pactos sociales para la igualdad”. Si esta declaración se interpreta como una recomendación a los gobiernos de la región, para nuestro país, pasan desapercibidas, ya que mediante la herramienta de administración y desarrollo que es el Presupuesto Nacional, en esta última década, solo se han inclinado en comprometer más del 80 por ciento en Gastos Corrientes, cuya calidad no contribuye a la creación de fuentes de ingresos, cómo sería si se invirtiera en obras y proyectos que fortalezcan el PIB.
Para los que consideran que la economía doméstica está bien, es necesario recordarles las variaciones de la tasa cambiaria. Iniciamos en enero con una paridad dólar-pesos de 50.29 pesos por un dólar y cerramos este mes diciembre por del 2019 con 52.93 pesos por un dólar; es decir, que los dominicanos tuvimos que buscar 2.64 pesos más durante el año para adquirir un dólar estadounidense. Estos datos los ofrece el BCRD, pero en el mercado spot, el interesado en la divisa norteamericana, tiene que pagar 53.30 pesos para obtener un dólar. En el índice de precio al consumidor (IPC), la cifra de variación que ofrece el Banco Central no se ajusta a la experiencia vivida en los hogares dominicanos, puesto que todos los renglones para uso humano, incluyendo los electrodomésticos han subido entre un 15 a un 20 %, desde enero hasta diciembre. Prueba de esto, lo pudimos comprobar en la Cena Navideña, donde el que quería comer cerdo asado tuvo que pagar 350 pesos por una libra.
Entonces, el año 2019 experimentó una desaceleración, el que piensa que estamos especulando, que converse con alguien perteneciente al sector turístico o del sector inmobiliario; también el sector industrial, para que tengan una respuesta al respecto.
Por Julio Gutiérrez Heredia, CPA
Miembro 1001 del ICPARD
Auditor Forense